#PMideas: Gestión de Proyectos, ¿moda o necesidad?

Misión de #PMideas

PMideas, obedece a la filosofía de recopilar y compartir artículos e información sobre gestión y dirección de proyectos, con la visión de convertirse en un referente en publicaciones relacionadas con el Project Management en español.

Nos gustaría destacar el carácter de difusión y colaborativo del Blogroll. Y de aquí nace la idea, que hoy se materializa, de lanzar conjuntamente post sobre un tema común.

Agradecemos desde aquí a todos los participantes por su dedicación y por el gran trabajo de difusión que hacen.

Visión general

De dónde venimos: Vivimos unos años de desánimo generalizado por la crisis en la que se encuentra inmersa España. En éste entorno, nos hemos acostumbrado a la mediocridad y a la falta de excelencia y competitividad.

Éste virus no es ajeno a los Directores de Proyecto. Pero la toxina no ataca a su ánimo y esfuerzo continuado por encontrar el antídoto adecuado, si no a las condiciones y el entorno donde los Directores de Proyectos procurar realizar su trabajo en España.

PMideas

Las empresas españolas, en su mayoría pequeñas y medianas empresas locales, no están acostumbradas a la figura del Project Manager. En el mejor de los casos, se ha venido utilizando la función de “controlador”, sin responsabilidad alguna, convertidos “de repente” en “Project Manager” en lo que hemos venido en llamar el efecto “halo”. Estos perfiles carecían de la formación como tal, y algunos casos actuaban como meros intermediarios o comisionistas.

Lo que no ha funcionado: Esta mala costumbre lastró la dedicación de los verdaderos Project Managers, formados y comprometidos, centrados en aspectos limitados del Project Management, y sin recursos para desarrollar el resto de procesos.

Por todos es conocido el efecto “halo”: la empresa no trabaja por gestión de proyectos, y decide elegir al “más listo de la clase” y ponerle, sin estar preparado, al frente de todo. Estadisticamente se ha comprobado que la mayoría de estos proyectos, fracasan.

La tendencia: Las empresas tienen una estrategia de crecimiento, que se materializa en diferentes proyectos: salir al extranjero, nuevos productos, construir una nueva fábrica, ampliar la red comercial, nuevas tecnologías, adaptarse a la realidad económica, reestructurar la empresa para sobrevivir, innovación, etc.

Estas empresas demandan profesionales que sean capaces de definir la estrategia adecuada que se adapte a los constantes cambios de mercado, mediante proyectos bien definidos y ejecutados, centrándose en áreas de mejora continua, desarrollo de nuevos productos y enfoque al cliente final. De tal manera que el PM deje de ser un “mero espectador” en el proceso para convertirse en facilitador e integrador en todas las fases del Proyecto.

La segunda tendencia que se está produciendo es que los proyectos dejan de ser herramientas para alcanzar productos o servicios, convirtiéndose en herramientas de puesta en valor para la empresa, que converjan en la  consecución de los objetivos estratégicos marcados.

Las empresas encuentran en esta “moda”, la llave para el continuo cambio que vivimos y la consecución de sus objetivos estratégicos, y ven en ella una poderosa herramienta competitiva.

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El estado actual: En el año 2013, se produce un incremento entorno al 40% de socios del Project Management Institute; y de más de un 45% de Certificados PMP®. Existe un aumento real del número de proyectos gestionado a nivel mundial, lo que genera un incremento en el número de profesionales certificados y la necesidad de dirigir los proyectos eficientemente.

Por lo tanto, ya no se trata de sólo de un rayo de esperanza o de una moda pasajera para la Dirección de Proyectos, sino de una realidad en éstos tiempos difíciles. Muchos profesionales han descubierto de la mano de organizaciones internacionales como el PMI, una formación como PMP que les permita diferenciarse y les facilite la búsqueda de empleo dentro y fuera de nuestras fronteras.

En este sentido, las empresas españolas están demandando este perfil que les permita competir en el extranjero, con estándares internacionales, en igualdad de condiciones y aportando un valor añadido a su negocio.

La necesidad: Las organizaciones actuales están enmarcadas en un contexto de continuos cambios tecnológicos, dentro de una economía global, mayor nivel de incertidumbre y con clientes más exigentes. Todos estos factores están presionando para que se adapten, ya que en caso contrario pierden competitividad e incluso pueden desaparecer.

Tener una buena metodología en gestión de proyectos, es una ventaja competitiva, tanto para el individuo, como para las organizaciones: maximización de la calidad, manejo eficiente de recursos, reducción de plazos de entrega, control de costes y mitigación de riesgos.

Aquellos profesionales, capacitados para enfrentarse a este entorno están siendo, necesariamente, los más demandados por las empresas. En este sentido, el Certificado PMP® (Project Manager Professional) es el de mayor reconocimiento internacional.

En proyectos internacionales, desde hace años, es requisito obligado contar con profesionales certificados. Y en España, organismos públicos y cada vez más empresas privadas exigen para poder licitar en sus concursos, que el proyecto esté liderado por profesionales certificados.

El sector de la construcción

En el sector de la construcción, podríamos multiplicar por mil, los problemas descritos en los dos primeros apartados de la visión general.

En sus años “buenos”, no se evaluaban los riesgos, no importaba. Cuando un proyecto fallaba, tenías otro en la puerta esperando. Bancos, constructoras, promotoras y administración, se frotaban las manos.

Pero en los tiempos de crisis que corren, no tenemos margen de error.

En el camino, y como búsqueda de salida a la crisis, ha surgido el perfil del “comisionista”, sin ninguna preparación como Project Manager, aunque se hace llamar como tal. Ha sido durante un tiempo la “salida fácil” para muchos profesionales del Sector, que viendo que tenían que  pelearse continuamente con otros muchos tantos, han acabado dándose cabezazos en los muros de hormigón.

Bajo mi punto de vista, este perfil, sería el ejemplo contrario a las conclusiones con las que termino. Esta tendencia comisionista se da de bruces con la realidad, y nada tiene que ver con las necesidades actuales de las empresas. Prueba de ello son las numerosisimas obras abandonadas por incumplimiento de plazos y costes que en su momento se prometieron en un entorno obsceno de peleas desleales y nada profesionales. Perjuicios sufridos directamente por los clientes, culpables también de no haber  sabido valorar en su justa medida la intervención de un Director de Proyectos.

En otras ocasiones, el falso “Project Manager” se ha convertido en simple observador e informador de los acontecimientos del proyecto, sin asumir un compromiso real con los resultados, y con escaso o nulo valor añadido para el cliente. Esta figura como mero consultor externo de la propiedad, que ha sido habitual en épocas de bonanza económica, se ha demostrado que no funciona.

moda & necesidad

Por el contrario, el auténtico Project Manager, ha venido para quedarse. Es un profesional preparado, que añade valor al proceso. Y las empresas se están dando cuenta de ello. El rigor impuesto por los promotores y las entidades financieras para el control económico, hacen del Project Manager una figura imprescindible, cuya labor es necesaria para:

  • facilitar el desarrollo de la estrategia de la empresa.
  • dar un enfoque más global e integrado en la estructura de la empresa.
  • tener una visión clara de la estrategia y los objetivos de la organización.
  • implementar los cambios necesarios para su expansión.
  • adaptarse al mercado exterior.
  • crear valor para la empresa.

Según noticias de Castilla y León Económica, España vuelve a ser atractiva para la inversión en el sector inmobiliario. La tercera en este sentido, por detrás de Reino Unido y Alemania, según la consultora inmobiliaria CB Richard Ellis.

En este entorno esperanzador y de apetito inversor, el Project Manager se convierte en la figura adecuada para asesorar al promotor, propietario e inversor, para que todas las partes consigan sus objetivos marcados. Es el único capacitado y formado para cambiar criterios, buscar alternativas, adaptarse al cambio y optimizar soluciones, dentro de un entorno de riesgo.

La crisis ha supuesto una etapa de selección de profesionales, y, a su vez, un tiempo de oportunidades para adaptarse al cambio y prepararse para el inicio del crecimiento en este sector. De tal forma que una adecuada metodología ayude a las empresas constructoras, promotoras, inmobiliarias, inversores, etc, a lograr sus objetivos de una manera eficiente.

La figura del Project Manager es una garantía de trabajo profesional cada vez más     demandada en el sector de la construcción, donde las empresas ven en su uso un  valor añadido frente a la competencia.

Conclusión

Las modas, por propia definición, son temporales. Existen mientras el entorno no muta, y pierden vigencia o desaparecen cuando el cambio se produce.

La realidad actual es que dentro del entorno económico de continuo cambio que vivimos, la moda de Project Management ha sobrevivido. Por tanto, lo que era una tendencia se ha convertido, por el propio impulso de mercado, en una necesidad para las empresas, que encuentran en esa labor la manera de adaptarse a la crisis y competir.

Las empresas han visto en Project Management la herramienta ya no sólo adecuada, si no necesaria, para adaptarse al cambio y lograr los objetivos estratégicos marcados, proporcionando un valor añadido a sus negocios. El Project Manager, ha venido, para quedarse.

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